“Sota Terra” surge de los amores fugaces del metro, de una bronca a ese altavoz con Reggaeton y ganas de decirle: “Disculpa, me estas molestando”.
De un niño que llora desconsolado y otro que te muestra una sonrisa a cambio de nada, de los “Top Manta” apresurados por sobrevivir o de esa persona que llevas años viendo a la misma hora y con la que nunca vas hablar.

Mis primeros móviles, con -2 megapíxeles, ya me ayudaban a robar estos momentos. Llamadas fantasma y poses variopintas fueron mis mejores recursos. Ahora, en plena era de las redes sociales, con sólo bajar la opacidad de la pantalla, es más fácil pasar desapercibida.

Luego llegó el Iphonegraphy (es el arte de fotografiar con la cámara de un iPhone de Apple). Los fotógrafos profesionales, aficionados, principiantes o incluso casuales que utilizan iPhone para tomar fotografías son llamados iPhoneógrafos, el ‘movimiento’ perfecto para captar de manera discreta y a la última todos aquellos momentos que me inquietaban.

Ya no era la rara, era una más.